"Alteración en un cuadro que manifiesta el cambio de idea del artista sobre aquello que estaba pintando. Se trataría, por tanto, de un término sinónimo de arrepentimiento."
El artista pinta sobre el lienzo, pinta con trazos largos, cortos, finos, gruesos; con colores oscuros, claros, brillantes, opacos. Así, de esa manera, como el artista pinta sobre el lienzo cada uno va viviendo la vida. Cada cual es un artista de su propia pintura y va decorándola a su gusto, a su manera, a veces como puede o con lo que tiene. Lo importante es que no dejamos de pintar, a cada paso que damos, con cada palabra, con cada gesto. ¿Qué sería de nosotros, si no pudiéramos disimular el camino de un trazo inoportuno? es fácil cubrirlo, sabemos que podemos ponerle pintura blanca encima y volver a hacerlo, podemos intentar dibujar sobre el error algo más grande y hacer de cuenta que no existió. Pero ¿olvida el artista al trazo inoportuno? ese trazo, el impertinente, aunque camuflado, no deja de estar ahí ¿qué sería de nosotros si en lugar de arrepentirnos y disfrazarlo, aceptáramos el descuido y en lugar de la enmienda eligiéramos dibujar al lado un trazo distinto, sin borrar el anterior?
Tapar al trazo desafortunado con otro no nos hace crecer y seguramente no nos haga más felices. Nos retrasa en el camino: pintar, evaluar, arrepentirse, volver a pintar de blanco, esperar que se seque, volver a pintar encima ¿será mejor? seguramente menos original y verdadero. Volver sobre los errores para tratar de cubrirlos, nos retrasa en la marcha de seguir pintando ese lienzo que no tiene fin ¿quién dice que del nuevo trazo no vamos a arrepentirnos? quizás no hoy, no mañana pero en algún momento lo hagamos ¿y lo vamos a volver a tapar?. El pentimento en lugar de embellecer la obra de arte, la opaca, la afea, el error se nota en la pintura, siempre; si no la desequilibrara, porque el artista es muy buen simulador, los demás van a admirar su pintura y a intentar imitarla más en su corazón el pintor sabe que no es la verdadera.
Quizás el error más casual sea el más amado, el que más brille. Del que menos nos arrepintamos en toda la vida y el que más alegría nos genere. Del error también nacen experiencias hermosas y probablemente hacernos cargo no va a ser más fácil que tachar y volver a escribir, pero nadie nos toma el tiempo para hacer esta pintura, ni para crecer, ni para amar.
sábado, 27 de abril de 2013
martes, 16 de abril de 2013
No me busques...
No me busques a la mañana, debajo de las sábanas.
Ya no esperes despertarte con el olor a pan tostado los sabados.
Ya no me esperes los miércoles a la noche tarde, con la cena lista.
No me pidas los pies cuando tengas frio en los tuyos, cuando sea invierno.
Ya no esperes desayuno de cumpleaños ni compilados de tus canciones favoritas para escuchar en la ruta.
No me pidas que vaya corriendo porque tuviste una pesadilla.
Ya no pretendas que en junio te sorprenda con almuerzos y cenas por tu cumpleaños.
Te acordás de las veces que dormias con las zapatillas puestas?
Te acordás de las noches que en vano esperé despierta a que volvieras?
Te acordás que me dijiste que era para siempre?
Cuando te faltaste a vos, me faltaste a mi y nos rompiste el corazón.
Cuando en la cama eramos dos mundos distintos, cuando tu cuerpo estaba en mí, pero eran ajenos.
Cuando tu voz ya no decia mi nombre al hablar dormido.
Cuando rompiste tu promesa, cuando te faltaste, cuando me faltaste, cuando me fallaste y te fallaste nos quebramos...
Y ese, el día que tiraste tu promesa con mi nombre al río, empezaste a caminar distinto...
Ahora no me busques...
Ya no esperes despertarte con el olor a pan tostado los sabados.
Ya no me esperes los miércoles a la noche tarde, con la cena lista.
No me pidas los pies cuando tengas frio en los tuyos, cuando sea invierno.
Ya no esperes desayuno de cumpleaños ni compilados de tus canciones favoritas para escuchar en la ruta.
No me pidas que vaya corriendo porque tuviste una pesadilla.
Ya no pretendas que en junio te sorprenda con almuerzos y cenas por tu cumpleaños.
Te acordás de las veces que dormias con las zapatillas puestas?
Te acordás de las noches que en vano esperé despierta a que volvieras?
Te acordás que me dijiste que era para siempre?
Cuando te faltaste a vos, me faltaste a mi y nos rompiste el corazón.
Cuando en la cama eramos dos mundos distintos, cuando tu cuerpo estaba en mí, pero eran ajenos.
Cuando tu voz ya no decia mi nombre al hablar dormido.
Cuando rompiste tu promesa, cuando te faltaste, cuando me faltaste, cuando me fallaste y te fallaste nos quebramos...
Y ese, el día que tiraste tu promesa con mi nombre al río, empezaste a caminar distinto...
Ahora no me busques...
domingo, 14 de abril de 2013
La naturaleza del escorpión
No siempre es fácil hacer las cosas según tu naturaleza, en contra de tu corazón y cagándote en tus instintos... Eso es pensar con los intestinos, o ni siquiera... Es así. Soy así. Es mi naturaleza, aunque duela...
Hubo una vez un sapo que estaba en la orilla de un lago, estaba recargado en una roca, observando el cielo, un escorpión lo observaba de atrás de unos arbustos, se acercó al sapo y le dijo:
-¿me ayudarías a cruzar al otro lado del lago? Yo me subo en ti y tu nadas hasta el otro lado.
-No, no puedo hacerlo, si tu te subes en mi, puedes picarme y voy a morirme.
-Piénsalo, si yo te pico en el lago tu morirás, pero también yo moriré, por que si tu te hundes yo me hundo y moriré junto contigo, solo quiero ir al otro lado, ¿me ayudarás?
Después de meditarlo por unos segundos el sapo accedió...
-Está bien, yo te ayudaré, te llevaré al otro lado del lago y luego tu seguirás tu camino
-Estoy de acuerdo
El escorpión subió en el sapo, y con mucho esfuerzo el sapo ya iba a mitad del lago cuando sintió un picotazo en su cabeza, inmediatamente se detuvo y le preguntó al escorpión:
-¿por qué me picaste? Ahora moriremos los dos.
-Discúlpame, no quise hacerlo, pero no pude evitarlo… esa es mi naturaleza.
-¿me ayudarías a cruzar al otro lado del lago? Yo me subo en ti y tu nadas hasta el otro lado.
-No, no puedo hacerlo, si tu te subes en mi, puedes picarme y voy a morirme.
-Piénsalo, si yo te pico en el lago tu morirás, pero también yo moriré, por que si tu te hundes yo me hundo y moriré junto contigo, solo quiero ir al otro lado, ¿me ayudarás?
Después de meditarlo por unos segundos el sapo accedió...
-Está bien, yo te ayudaré, te llevaré al otro lado del lago y luego tu seguirás tu camino
-Estoy de acuerdo
El escorpión subió en el sapo, y con mucho esfuerzo el sapo ya iba a mitad del lago cuando sintió un picotazo en su cabeza, inmediatamente se detuvo y le preguntó al escorpión:
-¿por qué me picaste? Ahora moriremos los dos.
-Discúlpame, no quise hacerlo, pero no pude evitarlo… esa es mi naturaleza.
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